Tan
enfermo que delirio, la veo al lado mio acariciando mis labios, me
esta prometiendo que nos volveremos a ver; no lo dudo, mis lagrimas
caen derramadas ante mis arrugas que prometen disiparse tras el
ultimo latido errático. Hablo con la sombra que crea ante las luces
del mediodía, me callan para que no masculle locuras, resulta que
aun en el fin hay cárceles absurdas; ¿y que importa si pronto me
silenciaran con pastillas revestidas de dulces? Viajo en el lago de
las memorias, soy solitario y pocos me acompañan, también he sido
mentira y verdad combinado en sonrisa; me veo besando labios color
cereza, respirando humo, llorando, riendo, mintiendo, sintiendo como
el corazón bombea la agonía, rogando y en este instante hilando mis
últimos pensamientos, si bien no desean escuchar lo que tengo que
decir les dejo su futuro encadenado en manos que todavía son armas.
Cierro
ambos parpados, creen que ya no puedo dar lucha, y la ingenuidad es
producto del excesivo desconocimiento por aquel que yace soñando
aun; para ellos es preferible pensar eso. Pero la oscuridad me otorga
la capacidad de volverlo todo atrás, y haciendo oídos sordos a los
sonidos resonantes vuelo; mi alma es joven, el cuerpo no.
Se
descascaran las paredes blancas junto con los muebles de roble y
arce, no aquellos agentes del caos que me observan desfalleciendo
como si fuera un ser extraño. Supongo que soy aquel hombre singular
que señalan con palabras de compasión falsa; y se que que en sus
mentes pronto nadare en el valle del olvido, sollozan ahora y muy
pronto seré su historia pasada, tal vez esto no me molestaría ni
cargaría de pensamientos pero he coleccionado demasiadas historias
que nadie ha escuchado.
He
estado aquí y allá, entre las altas montañas pero también me he
internado por meses en el océano; vi gran parte de la belleza del
mundo, recordarlo me hace dar cuenta de que incluso viviendo de esa
manera obvie los detalles magníficos. En las tormentas jamas me
detenía a ser parte de su pasión, aferrándome a mi propio cuerpo
mientras la lluvia me abrazaba; existe la completa certeza de que
pocas veces observe la mirada que ella me regalaba, si vuelvo a mis
costados en estos instantes y la veo de nuevo, sin embargo nadie mas
la nota. Es el fantasma que me encadena en esta cama y me recuerda
que el perfume que usaba sigue impregnado en su almohada. Todo de
quien era aflora, volviendo a la ilusión de que este no es el
presente, se intercalan imágenes fugaces acompañado de voces
caóticas, lagrimas junto con risas; nada es real en este momento,
mareado y lleno de recuerdos vuelvo a navegar en la memoria de un
viajante eterno; tal cual volver a reescribir las mismas palabras,
una y otra vez, ese es el método que encontré para retomar lo que
resta de vida así cual bolígrafo que ha sido abandonado al borde
del escritorio. Descomprimo la ignorancia dormida en el fondo de la
edad, y rió como pocas veces he hecho; estas carcajadas están
dedicadas a la locura que existe en aquel hombre del cual soy
reflejo, es la vida pasada motivo de todo ello, lo que soy y lo que
no me deja por esta vez ser el invitado en esta hermosa sonata de mi
propia risa. Aun en la cumbre del éxtasis cuando la consciencia de
la muerte ataca por segunda vez te veo perfecta, me acerco y no hay
miedo, por eso sigo intacto y sigo riendo con locura; viviendo el
ultimo segundo con el frenesí de la pasión incauta.
Beso
estos recuerdos que se marchitaran, serán olvidados, no me
entristece en lo absoluto tendré mejores en su momento. Alzo una de
las manos a tu rostro cansino, y asiento, ya era hora de partir.
Estaba llegando tarde..
-Diario
de un error; Menetteti nunca esta totalmente perdido.
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