lunes, 29 de octubre de 2012


Tan enfermo que delirio, la veo al lado mio acariciando mis labios, me esta prometiendo que nos volveremos a ver; no lo dudo, mis lagrimas caen derramadas ante mis arrugas que prometen disiparse tras el ultimo latido errático. Hablo con la sombra que crea ante las luces del mediodía, me callan para que no masculle locuras, resulta que aun en el fin hay cárceles absurdas; ¿y que importa si pronto me silenciaran con pastillas revestidas de dulces? Viajo en el lago de las memorias, soy solitario y pocos me acompañan, también he sido mentira y verdad combinado en sonrisa; me veo besando labios color cereza, respirando humo, llorando, riendo, mintiendo, sintiendo como el corazón bombea la agonía, rogando y en este instante hilando mis últimos pensamientos, si bien no desean escuchar lo que tengo que decir les dejo su futuro encadenado en manos que todavía son armas.
Cierro ambos parpados, creen que ya no puedo dar lucha, y la ingenuidad es producto del excesivo desconocimiento por aquel que yace soñando aun; para ellos es preferible pensar eso. Pero la oscuridad me otorga la capacidad de volverlo todo atrás, y haciendo oídos sordos a los sonidos resonantes vuelo; mi alma es joven, el cuerpo no.
Se descascaran las paredes blancas junto con los muebles de roble y arce, no aquellos agentes del caos que me observan desfalleciendo como si fuera un ser extraño. Supongo que soy aquel hombre singular que señalan con palabras de compasión falsa; y se que que en sus mentes pronto nadare en el valle del olvido, sollozan ahora y muy pronto seré su historia pasada, tal vez esto no me molestaría ni cargaría de pensamientos pero he coleccionado demasiadas historias que nadie ha escuchado.
He estado aquí y allá, entre las altas montañas pero también me he internado por meses en el océano; vi gran parte de la belleza del mundo, recordarlo me hace dar cuenta de que incluso viviendo de esa manera obvie los detalles magníficos. En las tormentas jamas me detenía a ser parte de su pasión, aferrándome a mi propio cuerpo mientras la lluvia me abrazaba; existe la completa certeza de que pocas veces observe la mirada que ella me regalaba, si vuelvo a mis costados en estos instantes y la veo de nuevo, sin embargo nadie mas la nota. Es el fantasma que me encadena en esta cama y me recuerda que el perfume que usaba sigue impregnado en su almohada. Todo de quien era aflora, volviendo a la ilusión de que este no es el presente, se intercalan imágenes fugaces acompañado de voces caóticas, lagrimas junto con risas; nada es real en este momento, mareado y lleno de recuerdos vuelvo a navegar en la memoria de un viajante eterno; tal cual volver a reescribir las mismas palabras, una y otra vez, ese es el método que encontré para retomar lo que resta de vida así cual bolígrafo que ha sido abandonado al borde del escritorio. Descomprimo la ignorancia dormida en el fondo de la edad, y rió como pocas veces he hecho; estas carcajadas están dedicadas a la locura que existe en aquel hombre del cual soy reflejo, es la vida pasada motivo de todo ello, lo que soy y lo que no me deja por esta vez ser el invitado en esta hermosa sonata de mi propia risa. Aun en la cumbre del éxtasis cuando la consciencia de la muerte ataca por segunda vez te veo perfecta, me acerco y no hay miedo, por eso sigo intacto y sigo riendo con locura; viviendo el ultimo segundo con el frenesí de la pasión incauta.
Beso estos recuerdos que se marchitaran, serán olvidados, no me entristece en lo absoluto tendré mejores en su momento. Alzo una de las manos a tu rostro cansino, y asiento, ya era hora de partir. Estaba llegando tarde..
-Diario de un error; Menetteti nunca esta totalmente perdido.

domingo, 14 de octubre de 2012

La dulce sombra de la locura



Vivía en su mente sin pagar alquilar, como un recuerdo añejo que no desea ser libre,  atado por las cadenas del pasado. El simplemente se decía que era demasiado bella como para ser olvidada con una copa de alcohol entre las manos; el puñal que se clavaba en su pecho, se quedaba mirando a la nada y el insomnio atacaba por días hasta que caía rendido ante una imagen tan frágil, era un dulce veneno que oxidaba la coraza de su corazón. Era el eco de una voz que jamas escucho, la caricia que nunca le dieron pero que sentía en la piel como un sello, vivía de besos de papel dedicados a una mujer tan real que se esfumaba en el aire.
En cada mañana era la misma frase. ''Has como si ella no existiera''.
Cada momento que vivía fuera de su hogar alcanzaba su meta; en su viejo traje gris resaltaba la corbata con el tradicional nudo, y no podía faltar la típica sonrisa que por muy falsa que pareciera era tan real como las lagrimas que derramaba.  
¿Cuantas mentiras volaran en su rostro hasta volverse realidad?
Cual sombra que se desvanece entre otras tantas, haciendo retumbar el silencio creando un eco que se esparcía en una ilusión que lo hacia detenerse mil veces sin motivo aparente; aquellas miradas superficiales lo ahogaban en la agonía de lo que parecía ser natural, en el instante que se descuidaba retomaba su lucha con una risa que se desvanecía entre los pasillos de las oficinas o entre los robles del parque que visitaba. El cristal era conocida por su poder al atraer una figura que caía ante sus pies a veinte pisos hasta estrellarse con el suelo de esa gris ciudad; intento alcanzarla y rozarle una mano, era tarde como siempre no existía quien ni mucho menos latido ni respiración en la dama que amaba.
Amanecer sin dormir, intentar re acomodar las ideas y darle un sentido, sentir el frió que cala los huesos y luego el calor que sofoca hasta hallar la respuesta a su existencia tan peculiar. El y no otro era que padecía aquel  humo de palabras que se disipaba, jamas volvería a dudar si la veía ante cualquier lugar o momento saltaría a ella en pos de su encuentro, besaría el vació en el cual caía y tomando el amor infundido podría descansar en la normalidad. Aparecía, se iba por meses o semanas, en la ansiedad recreaba su voz y la mascara recreaba la sonrisa que tenia que fingir...era todo lo que necesitaba.
Motivo de locura, o de un amor espectral, el saltaría hacia la ilusión hasta llenarse de cólera y que en mil pedazos estalle el antifaz. 

martes, 2 de octubre de 2012

De repente su aleteo no era mas que una historia del pasado

Te enamoraste de una mariposa negra; pálida como la noche se ensombrece y llena de misterio tu alma. Has sido advertido querido, no te has resignado a pesar de las noches que han pasado. Ella no se ha vuelto a posar en ventana mientras la luz de la luna te adormecía, ni tampoco su negrura se funde en tus libros o cuadernos. Asumes que ha perecido en alguna guerra, y que su fragilidad la aniquilo por completo; tientas a la vida para buscarla, sabiendo que no era mas que un simple aleteo de sueños para usted. Ilusionado en la constante espera, puro silencio y demasiada belleza en un ser que nadie notaba realmente; el único que se detenía era el reloj, adormecido y en constante amargura, al desaparecer de sus días retomo el sonido del segundero.. Vuelca incontables lagrimas sobre el lecho hasta dormir ahogado por su propio sollozar, inventando alguna excusa para mentirte otra vez; sin embargo no podía rehusar a la verdad cuando  en aquella mañana de invierno noto con perplejidad dos delicadas alas que parecían detener el tiempo con cierta vanidad, lo cierto es que solo para este hombre los segundos eran eternos. La tristeza se destruía en la mirada, se detonaban todas esas gotas ocultas; como resultado le volvian a mostrar la oscuridad de la noche, despertando con dos alas tiesas entre sus manos empapadas. Envuelves con sutileza palabras categóricas para despedirla y la echas a un lado, entre el fuego y el abatimiento que te sobrepasa, retomas la pluma que guardaste en el olvido para retomar tu historia y darle un final penoso; seguramente no se percato que el tiempo lo envolvía como juguete y volvería a esa misma escena cientos de veces mas.-

[Diario de un error:Aunque te diga que te extrañe, quizás no puedas oírme.]