viernes, 1 de junio de 2012

Entonces al irse, creo una brecha entre ambos, una tal que solos los dos entendimos. No eran los metros ni el tiempo el que distanciaba su voz de la mía, iba mas allá de la furia y la melancolía que vivíamos. 
El se perdía en un laberinto de ilusiones, mientras que yo estaba imposibilitado, apenas arañaba un poco de su piedad y eso significaba ver su cruel realidad mientras azotaba los días con desdén. 
Ese día, tome el poder entre mis manos, detrás de la linea puse mi amistad y el pasado quedo en un baúl enterrado en el fondo de los días. Apunte a que saliera ileso, no por mi, mas bien por el. 
Tome su mano y lo salude, no hubo muchas palabras, las miradas decían mas que cualquier frase de momento. Los copos de nieve en esa mañana se derretían en mi. 
Aquel invierno fue el mas frió de todos mis años.- 

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